¿Lo
haces tú?
Aquí podemos leer lo que pensáis todos
DIALOGO Y NO
INSULTO
Noviembre del 48 cuando asisto a una
reunión de escritores en la que Albert
Camus deja sembradas en mi prácticamente estrenado cerebro, algunas ideas
que, con la lentitud de mi pensamiento, ha tenido que modelar el tiempo
para hoy medio comprenderlas y lo que es peor, sufrirlas, pero al menos aceptarlas
siendo incomprensibles, admitiendo que no se debe, ni se puede, tirar la toalla
aunque el peso nos la haga insostenible en ambas manos. Puesto que la primera leche de la política fue
algo, tan extraño y tan difícil como el
dialogo, sigue siendo este concepto, más que concepto práctica, el cimiento de todo lo que a
política se refiera. ¿Qué esto parece que nada tiene que ver con lo que ahora
se ve y menos con lo que ahora se lleva? ¡Totalmente de acuerdo y por supuesto
que si así no fuera no estaría escribiendo de ello! ¡Qué totalmente fácil,
vano, improductivo e incluso dañino para los ciudadanos y para la sociedad es
usar de la polémica y del insulto en lugar del dialogo, sustituir aquello que
en la Transición decíamos y practicamos de no ver enemigos donde,
afortunadamente había adversarios. ¿A dónde se llega con la polémica y el
insulto? No hay vida sin dialogo. A veces tan solo a demostrar y dejar más que
palpable la incompetencia de quien practica este estilo que nada resuelve,
antes al contrario se queda solo y abandonado del apoyo ciudadano que huye de
esos terrenos. Pensemos, al menos pensemos, en qué situación nos encontramos en
España. No vemos al adversario, insultamos al enemigo. ¡Así, no!
Jaén,
9 Agosto 2012.
Baroja