Un Paraoooo¡¡

HE ENCONTRADO A UN PARADO

Hoy, por fin, me he encontrado con una de esas personas a las que no os podéis imaginar la ira que me genera la negación que de su existencia se realiza y más el modo que se usa. La mayoría de los negantes adoptan una actitud de quedarse tranquilos arrojando una especie de acusación de pillería sobre los negados. ¡Hoy he estado con un parado! No soy quien, al menos yo no me considero, para describir las bondades laborales de nadie. Más bien creo que todos tenemos derecho al trabajo, cada uno según su capacidad e incluso admitiendo el factor suerte y por supuesto excluyendo de esta el que hayas casado con una Infanta. Tiene guasa, a propósito, la inmovilidad de la llamada casa y familia del Rey, vamos de Juan Carlos. A estos no les preocupa como le preocupaba esta mañana y le sigue preocupando a mi amigo, de 59 años, quedarse por primera vez en paro. Sus palabras me atravesaron y la herida me sigue sangrando. Félix, nunca pensé que me iba a encontrar en esta situación., me dijo. Voy de un lado para otro entregando mi vida laboral y así llevo dos meses. En menos tiempos el Gobierno de España ha indultado a uno de los amos de un banco para que siga forrándose de dinero, le ha quitado una pena de tres meses. Le ha regalado así un fortunón. Mi amigo deambula buscando. Lo primero de todo es el déficit, dice una María Dolores, del grupo marianista. No, mi señora, no, lo primero son los ciudadanos y dentro de ellos los en paro. ¿Hasta cuando hay que aguantar y como hay que decir que ¡Basta!?  

AL-MUTAMID

EL PASEO

 

Todo, y… todos/as cambian, ecepto las baldosas

Mi secular humildad franciscana, que tan estupendamente cuadra con los nuevos y actuales tiempos  en los que triunfan los estilos marianistas, me conduce a que el ejercicio físico que diariamente me obliga al recorrido de la ciudad lo realice descendiendo para abajo, por sus calles, plazas y avenidas y la mayoría de las veces acompañado por la agradable música del tableteo de las baldosas rotas o trozos de las mismas al pisarlas, tropiezos en los hoyos y baños de abluciones cuando los tales  están situados en los márgenes de los pasos de peatones y los coches pasan por su sitio en los días de lluvia.   Como ya conoces su sonido, es una delicia, pues en  función del lugar de la pisada,  diseñas el arte musical con la combinación del do, re, mi, fa, sol y mucho mejor si va acompañada la pisada con el agua de lluvia pues escuchas a los  barítonos  elogiando a unos que titulan como políticos y que no tengo, afortunadamente, ni idea de que son los tales. En este entorno giro de la calle Maestra y bajo hacia Darymelia. Saludo al fotógrafo de JAEN quien me demuestra, con su indiferencia profesional, que no personal,  que ya, afortunadamente, no soy nada, si es que alguna vez lo fui.  Ver y sentir la alegría de esos chiquillos saliendo del teatro, con su ejemplar del periódico en las manos, gritando, alegres, verles las caras, todo esto te conforta  y piensas que esto es nueva vida en estas generaciones y todo lo que sea cambio de retorno a otros estilos ha de estar enterrado y bien enterrado. Dejemos que viva la vida.

AL-MUTAMID