¡CONCRETEN, LECHE!
Sin duda que estamos asistiendo a un nuevo modelo de estilo de gobernanza en nuestra ciudad, -eso si, que quede claro que la ciudad, sin trampas, es nuestra- que iremos gustando y soportando a lo largo de los distintos eventos que nos vayan presentando y que como herramientas ad hoc usarán para distraernos. No, no piense el desocupado lector que no va a ver hojas secas y abandonadas por provenir de la Junta; no, no piense el mismo lector que no va a pisar y acaso escurrirse mierdas sin recoger de ignoto origen en los acerados de propiedad municipal. No, nada de esto se puede resolver, siempre se resolvió todo lo municipal entre tremendas deudas, pero nunca, como ahora, se había descubierto que el yanto, casi al estilo pedigüeño del mendigo sentado en la acera, las manos extendidas y la salmodia triste, podía ser una herramienta para exculparse de no hacer nada. Hoy, las que no llamo ciencias por no insultar a estas, las triquiñuelas políticas adelantan que es una barbaridad. Pero… Pero me sorprende y me alegra no menos, escuchar los comentarios del pueblo, que aunque votado, va dándose cuenta, -en los unos, en los otros y en los de más allá- de cómo tal vez lo hayan engañado. Afortunadamente la situación no es muy mala y se podrá aguantar. Se podrá aguantar cada vez menos y cada vez incidiendo en más y más personas. ¡Es que no hay dinero! Y sigo con mi manía desde que pienso… ¿Dónde está el dinero? Hablar, hablar, hablar y aquí no se hace nada. Sinceramente, están ya muy vistos. ¡Concreten, leche!
BAROJA
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